MUJER Y LIBERACIÓN
Es
común, en el imaginario social de estos tiempos, leer los procesos femeninos de
lucha y reivindicación como experiencias puntuales, delimitadas en escenarios y
épocas precisas y que por tanto, ya cumplieron un ciclo.
Muchas
mujeres de hoy viven sin conciencia de que sus oportunidades -laborales,
políticas, académicas, sociales, religiosas, culturales…-; sus posibilidades -opinar,
decidir, participar, evaluar, dirigir- y en general, sus condiciones de
vida -que
no son todavía las ideales- devienen de luchas emprendidas
anteriormente también por mujeres, mujeres que por lo mismo fueron, muchas veces,
Incluso,
en una sociedad tan profundamente machista como la nuestra, la gran mayoría de
hombres ignoran que en muchas de las fisuras y transformaciones presentadas en
la modernidad patriarcal, están latentes las huellas de mujeres indignadas por
la opresión política y la explotación económica, conmocionadas por sus
deplorables situaciones de existencia cotidiana, convencidas que como seres
humanos también tenían derechos; mujeres motivadas por la necesidad de dar otro
sentido a la realidad social que permanentemente quiere condicionarlas, mujeres
soñadoras con la posibilidad de otro mundo y que por la construcción de ese
mundo desgastaron sus mejores años de vida.
Sea
este un sencillo reconocimiento a todas aquellas madres, hijas, hermanas,
esposas, novias, compañeras… que desde su liderazgo, el trabajo de base y el
anonimato han contribuido al surgimiento de mejores organizaciones populares y
comunidades mejor organizadas.
Por
todo lo que la Mujer ha representado, así como por lo que está y seguirá
representando para nuestra sociedad: Gracias.
Ángel
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