COCUZA

ESCENARIOS DE CONFLICTO EN ZAPAMANGA II ETAPA

Angella Paola Roa Uribe

Equipo de Trabajo COCUZA

En el proceso de  entrevistas de relaciones de conflicto en cartografía social, realizadas en Zapamanga II, participaron 25 personas; 15 son mujeres y 10 hombres.

Entre las ocupaciones de las mujeres entrevistadas participaron 10 amas de casa, 1 modista, 1 trabajadora independiente y 2 de ellas que no escribieron a que se dedican. En los hombres se encontraron 2 pensionados, 1 trabajador independiente, 1 conductor, 1 supervisor de vigilancia, 1 discapacitado, 1 auxiliar de mercados, 1 desempleado y 1 de ellos no escribió su profesión u oficio.

Los habitantes identificaron como lugares seguros, la iglesia, la casa y Cocuza, afirmando que en ellos  comparten con sus familias y vecinos, asimismo el club de la tercera edad “Edad de Oro” y la  Biblioteca,  porque les permite acceder a espacios de encuentro.  

Por otra parte, consideran que la cancha y el barrio no les genera seguridad. La cancha, por ejemplo, es considerada como un escenario de conflicto por cuanto allí “se presentan riñas, consumo de alucinógenos y robos frecuentes,  alterando la tranquilidad del barrio, generando temor en sus habitantes, dando mal ejemplo a los niños, e incluso, afectando su propia salud, en la medida que a causa de estos hábitos terminan viviendo en las calles”.

Consideran que frente a esta situación la policía también debe sumarse adelantando campañas para ayudar a los que estén en estas actividades o problemas, controlando las casas expendedoras, manteniendo una comunicación frecuente como forma de control con megáfonos.

Proponen establecer un caí móvil para la seguridad y el bienestar general, considerando, como lo afirma un poblador del barrio, que “No hay partes indiferentes; todo es cuestión de más unión con la comunidad para vivir en armonía con los vecinos y amigos.”

Expresan el interés por mejorar las zonas de recreación infantiles, deterioradas por el abandono, así como la restauración de la cancha. También resaltan la importancia de compartir en familia y de cuidar el medio ambiente, ya que manifiestan que en los alrededores del colegio Isidro Caballero Delgado se arrojan residuos que afectan a la comunidad.

Frente a la Biblioteca, solicitan que se promocionen más actividades y programas para jóvenes que en este momento son prioridad para la comunidad. Del Colegio Isidro Caballero Delgado y la Junta de Acción Comunal, se espera, fomenten la formación de valores en sus estudiantes y vinculen a los habitantes del barrio para una sana convivencia.

Como comunidad preocupada por la situación quieren superar éste problema que se presenta en el barrio planteando soluciones alternativas como concientizar a la juventud, fomentar el diálogo al interior de las familias y/o contactar grupos de apoyo que ofrezcan orientación. También consideran importante asesorar a las madres y padres de familia con talleres donde se les dé a entender que la educación entra por casa y que es allí donde se deben enseñar principios morales para un mayor diálogo y mejor convivencia.

En cuanto al problema de las basuras, proponen recoger fondos para realizar campañas de aseo y cuidado del medio ambiente, fomentar la recuperación de espacios recreativos y de esparcimiento seguros, donde además, se impulse  los deportes  y la cultura para que desde la infancia no se dejen en la calle a los niños adquiriendo malos  hábitos.

Como lo afirma un vecino de la comunidad “Realmente es muy complejo pero se necesita mucha pedagogía para comprometer a los padres y así mismo llegar a estos jóvenes a través de talleres y actividades formativas y algo muy importante empezar por ir fortaleciendo la niñez”.

Algunos habitantes consideran que la problemática surge desde los jóvenes al considerarla como una edad conflictiva por falta de autoridad de padres y adultos. Agregan que la Ley del Menor permite que se vuelvan delincuentes en la medida que pierden visión de futuro.

Otros habitantes opinan que el problema empieza desde la familia que, como eje principal orientador de la juventud no crea identidad y hay quienes afirman que todos, como comunidad, estamos implicados como autores y víctimas.

Sin embargo, consideran que se hace necesaria la vinculación de todos en la generación de inquietudes sobre cómo poner un granito de arena para mejorar las problemáticas que aquejan a la comunidad. Afirman que es importante participar y vincular a madres, padres, jóvenes, niños, adultos, adultos mayores y la comunidad en general, en un cambio social real que nos beneficie a todos.